Reseña del libro El Análisis Cultural del Derecho: una reconstrucción de los estudios jurídicos de Paul Kahn1
ALINA J. CACHO ROBLEDO VEGA2
SUMARIO: I. Introducción. II. El análisis cultural del derecho y la concepción del Estado en Paul Kahn. III. La propuesta metodológica. IV. Consideraciones finales.
I ] Introducción
Los estudios culturales surgen a mediados del siglo XX como una forma de comprender el papel de las prácticas culturales en la construcción y reproducción del imaginario en la sociedad contemporánea; a través de recursos interdisciplinarios y de una evidente postura crítica, conciben a la sociedad como un terreno de análisis permanente.
Desde sus diversos enfoques, autores como Richard Hoggart, Fredric Jameson, Pierre Bourdieu, François Ost, Dunkan Kenedy y por supuesto Paul Kahn, han desarrollado aportaciones valiosas en este campo de estudio, que sin duda constituye una de las propuestas académicas más interesantes y representativas de nuestra época.
Paul W. Kahn, doctor en filosofía, es director del Orville H. Schell, Jr. Center for International Human Rights de la Universidad de Yale y catedrático de esa misma casa de estudios en las áreas de Derecho Constitucional, Derecho Internacional, Teoría Cultural y Filosofía. De su trayectoria profesional destacan, entre otros, su participación como consultor jurídico de la Comisión Constitucional de Liberia, y su integración al equipo de abogados que representó a Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia en el caso Actividades militares y paramilitares en y contra el Gobierno de Nicaragua (Nicaragua c. Estados Unidos) durante la Revolución Popular Sandinista.
Dos de sus obras han sido traducidas al español: Teología política: cuatro nuevos capítulos sobre el concepto de soberanía y El análisis cultural del derecho: una reconstrucción de los estudios jurídicos. Este último, publicado en el año 2001, es una importante contribución a los estudios culturales sobre el derecho y una amena invitación a explorar otras formas de pensar al Estado.
II ] El análisis cultural del derecho y la concepción del estado en Paul Kahn
El libro consta de tres capítulos. En el primero de ellos, denominado El estado de la disciplina, el autor cuestiona la tendencia de la investigación jurídica a orientarse hacia la reforma; es decir, comunmente un estudio del derecho se desarrolla a partir de la identificación de una problemática, en donde el investigador se sitúa en el marco legal que la regula y desde ahí descubre las fallas que aparentemente la provocan, exponiendo al final los puntos que deberían cambiar, e incluso el sentido que habrían de adoptarse para perfeccionar el funcionamiento del Estado. Así, el académico asume su compromiso con la reforma, y al hacerlo, fusiona la investigación con la práctica jurídica.
Kahn no pone en duda el valor ni la pertinencia de las investigaciones orientadas a la reforma, pero explica la necesidad de trabajar el potencial filosófico del derecho a través de los estudios culturales. Estudiar el derecho a partir de lo que éste debería ser conduce inevitablemente a la propuesta de reformas. Un estudio cultural, como se explicará más adelante, no pretende modificar el sistema normativo, sino que se centra en explorar las condiciones conceptuales que sustentan lo que el derecho es en un determinado contexto.
Con esto, Kahn invita al académico a liberarse de la práctica jurídica y permitirse una aproximación distinta: reconocer que a pesar de los juicios de valor, el derecho es en sí mismo y las dinámicas que ahí se reproducen no son errores, sino expresiones de una realidad cuya comprensión es necesaria.
En su segundo capítulo Imaginando al Estado de derecho, Kahn comienza a delimitar el objeto de estudio. No sólo presenta una explicación del Estado de derecho, sino que al mismo tiempo, sugiere al lector áreas potenciales de investigación a través de un análisis cultural.
El autor no plantea una definición concreta del Estado de derecho, sino que delimita los aspectos que considera principales para comprender su significado, a saber: la estética del derecho, el tiempo y el espacio, el acontecimiento jurídico, el sujeto del derecho y la teoría dentro del derecho.
Kahn analiza cada una de estas prácticas y creencias constitutivas del Estado de derecho mediante dos principales aproximaciones: una histórica, que denomina genealogía, y otra estructural a la cual se refiere como arquitectura. Estos recursos metodológicos no son priorizados por el autor, su énfasis está puesto en la interrelación y la complementación de ambos.
Por ejemplo, en su interpretación del tiempo, explica como la experiencia jurídica está sujeta a un proceso cronológico en el cual la vigencia de las leyes actualiza el sentido de la época en la que fueron creadas y al mismo tiempo construye el imaginario del contexto en el que se aplica, de manera que a través del derecho el presente puede vincularse a cualquier otro momento.
Por otro lado, considera que el pasado en el derecho también cumple una función identitaria: es una posesión común a todos los que experimentamos un mismo Estado. Es por eso que la práctica jurídica atiende sobre todo al pasado, en un esfuerzo por confirmar los principios comunes que sustentan nuestras instituciones. Al respecto, Kahn apunta que la vivencia radical del presente, entendida como la experiencia que responde únicamente a las condiciones de un contexto actual, se manifiesta a través de la revolución.
Al profundizar en los significados del derecho encontramos aspectos cautivadores, algunos incluso vinculados a lo divino. Tal vez por eso a lo largo de la obra el autor recurre con frecuencia a la relación entre lo jurídico y lo religioso; no a modo de crítica, sino a través de analogías, metáforas y ejemplos.
III ] La propuesta metodológica
Kahn consuma la descripción de la nueva disciplina en un capítulo dedicado a puntualizar las reglas que propone para guiar un análisis cultural del derecho, pensadas para fomentar en el investigador una postura neutral y resistente a la tentación de buscar lo que debería ser el derecho.
Más que una metodología convencional, estas reglas son presentadas a modo de lo que podría considerarse una especie de manifiesto reivindicatorio de los estudios jurídicos. Entre dichas reglas nos presenta las siguientes: (i) el Estado de derecho es un conjunto de significados a través del cual vivimos la experiencia del derecho como cultura.- (ii) la investigación tiene que abandonar el mito del progreso.- (iii) el objeto de análisis es la comunidad, no el individuo, y.- (iv) el Estado de derecho nunca está en juego en el resultado de un caso particular.
Al igual que en el capítulo anterior, Kahn dispone un breve apartado a cada una de sus reglas metodológicas y al explicarlas estimula un enfoque particular del objeto de estudio.
El libro finaliza con una serie de conclusiones que reiteran la pertinencia del análisis cultural del derecho, el poder y la importancia de los estudios culturales y sus aplicaciones, como recurso para la comprensión del entorno y de la propia experiencia individual.
IV ] Consideraciones finales
Es importante señalar que el autor, como profundo conocedor de la cultura estadounidense, naturalmente desarrolla su estudio desde esta perspectiva. Si bien es posible adoptar su propuesta metodológica, en definitiva un análisis cultural del derecho en el contexto mexicano tiene otras implicaciones, el cual va desde el interés que existe por la materia dentro de las universidades, hasta las dificultades de definir condiciones conceptuales comunes a un país que se caracteriza, entre otras cosas, por su diversidad cultural.
Precisamente porque los estudios culturales en México son más que pertinentes, es arriesgado asumir que por ejemplo, una política federal puede llevar a los mismos resultados en cualquier parte de la república, igualmente, resulta ingenuo pensar que con la expedición de leyes y reformas nuestra realidad se modifica mágicamente. Antes, es necesario dejar de cuestionar la eficiencia de nuestro sistema jurídico y comenzar a comprenderlo desde adentro, no porque estemos conformes con la manera en la que se reproduce, sino porque es al mismo tiempo la causa y el efecto de cualquier acontecimiento jurídico.
La propuesta de Kahn resulta inspiradora para quienes hemos renunciado a ver en el derecho únicamente su función normativa. El análisis cultural se presenta como una interesante alternativa de explorar el potencial de ésta ciencia social, de encontrar lo que hacemos del derecho y lo que el derecho hace de nosotros.
Si bien desde la academia no podemos cambiar la forma en que el sistema jurídico se reproduce, sí tenemos los recursos para explicarlo. De cualquier modo, por más caóticos que parecieran los resultados, el mundo revelado por el análisis cultural del derecho, sigue siendo nuestro mundo.
Bibliografía
KAHN, Paul, El análisis cultural del derecho: una reconstrucción de los estudios jurídicos, traducción de Daniel Bonilla, Gedisa, Barcelona, 2001.
Fecha de recepción: 1 de junio de 2015
Fecha de aprobación: 21 de agosto de 2015
1 KAHN, Paul, El análisis cultural del derecho: una reconstrucción de los estudios jurídicos, traducción de Daniel Bonilla, Gedisa, Barcelona, 2001.
2 Asesor Jurídico de la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco.