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FACULTAD DE DERECHO · UNIVERSIDAD PANAMERICANA · CAMPUS GUADALAJARA

Situación actual del Derecho a la Alimentación en los Estados Unidos Mexicanos


LAURA SABLJAK
1

 

SUMARIO: I. Antecedentes históricos; II. Conceptos básicos;

III. Artículo cuarto de la Constitución Federal; IV. Los mayores problemas encontrados en relación con el tema; V. Conclusiones; VI. Propuestas.

 

Resumen. Durante varias épocas se desarrollaron en México muchas enfermedades relacionadas con una deficiente alimentación, ya sea por un consumo desmesurado de productos energéticamente densos pero carentes de nutrientes, o por una ingesta calórica insuficiente para hacer frente a los requerimientos nutricionales diarios de cada individuo. Los problemas que se suscitan a partir de esto repercuten gravemente en la salud pública de toda la población y conllevan a graves afectaciones para el gobierno mexicano, dado que debe lidiar al mismo tiempo con problemas alimentarios esencialmente opuestos.

 

Palabras clave: Salud pública, Derecho a la alimentación, diabetes mellitus tipo 2, desnutrición, canasta básica alimentaria.

 

Abstract. During many decades, several diseases related to a poor diet developed in Mexico, either due to an excessive consumption of energy-dense products but lacking in nutrients, or due to an insufficient caloric intake to meet the daily nutritional requirements of each individual. The problems that arise from this have a serious impact on the public health of the entire population and lead to serious consequences for the Mexican government, since it must deal at the same time with two essentially opposite alimentary problems.

 

Keywords: Public health, right to food, diabetes mellitus type 2, malnutrition, basic food basket.

 

El 13 de octubre de 2011 en México, el Ejecutivo Federal expide un decreto por medio del cual se reforma la Constitución, adicionando un tercer párrafo al artículo cuarto, reconociendo el derecho a la alimentación y obligándose internacionalmente, de acuerdo con los tratados internacionales en materia de derechos humanos que fueron suscritos por México e integrados al bloque de constitucionalidad en virtud de los artículos 1º y 133 constitucionales, quedando de la siguiente forma: Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará. Lo anterior significó un paso hacia adelante en materia de alimentación adecuada pero también un sinfín de retos que deberán ser resueltos para garantizar lo constatado por aquél numeral de la Carta Magna.

En el presente artículo se buscará dar un breve panorama de los antecedentes sobre la materia, presentando al lector los principales hechos que se han reflejado en el deterioro de la alimentación de la población mexicana, ocasionando graves problemas de salud que, en su conjunto, además de empeorar el estándar de vida de toda una nación, retrasan su desarrollo, puesto que impiden el correcto desarrollo del individuo, causando secuelas en su salud que les imposibilitan vivir y desenvolverse normalmente.

Asimismo, se proporcionarán conceptos básicos indispensables para comprender el contenido del Derecho a la alimentación y aspectos nutricionales correlacionados; una explicación proporcionada por la ciencia nutricional con el fin explicar el contenido del artículo cuarto, párrafo tercero de nuestra Constitución; así como los problemas fundamentales vinculados con el tema hoy en día.

 

I ] Antecedentes históricos

 

Los inicios de esta grave problemática se remontan a la época colonial, donde se implementaban políticas sociales para mejorar la alimentación de la población, principalmente gracias a aportaciones de la Iglesia e instituciones de beneficencia subsidiadas por el gobierno.2

Si bien en la primera mitad del siglo pasado los estudios que se realizaban en México demostraban una prevalencia hacia la desnutrición por defecto, especialmente entre la población infantil, la cual padecía de desnutrición clínica,3 este fenómeno comienza a revertirse alrededor de los años ’60 del siglo pasado, cuando por primera vez empiezan a notarse las deficiencias nutricias que existían, entre éstas destacan: dieta demasiado alta en carbohidratos (maíz, frijol, tortillas, pan y pasta) y un elevado consumo de refrescos, por lo tanto, monótona, sin aportar otros macronutrientes indispensables para el desarrollo y buen funcionamiento del cuerpo humano, omitiendo por completo los micronutrientes que se encuentran en frutas y verduras. Las poblaciones rurales eran las que más problemas nutricionales tenían, porque se verificaba una alternancia de zonas con déficit de peso remarcable y otras zonas con prevalencia de sobrepeso.4

Los problemas empiezan a agudizarse en 1999, cuando se revela la fatídica información que la obesidad en mujeres adultas era equiparable a una epidemia, ya que se estaba verificando un incremento comparable a los mayores registrados en el mundo.5 Un estudio elaborado entre los años 1988 y 2006 indicó que:

 

La población mexicana ha experimentado un aumento sin precedente en la prevalencia de sobrepeso y especialmente de obesidad (…) En tan sólo 11 años, de 1988 a 1999, la obesidad en mujeres de 20 a 40 años aumentó de 9.5 a 24.9% y el sobrepeso pasó de 25 a 36.1% (…) En 2006 la obesidad alcanzó una prevalencia de 32.4%, mientras que el sobrepeso se estabilizó durante este segundo periodo. La prevalencia actual de sobrepeso u obesidad o ambas en mujeres de 20 a 49 años es de casi 70%.6

 

En esos tiempos México se estaba enfrentando con dos situaciones completamente diferentes: había estudios donde se destacaba que la desnutrición crónica era muy alta en la población indígena y en la población de la región sur del país, así como la presencia de anemia en niños, mujeres y personas de la tercera edad; por otro lado, la obesidad continuaba en ascenso en todas las edades, regiones y grupos socioeconómicos7, resultando que el 65% de la población mexicana presentaba sobrepeso u obesidad, el 71.4% de las mujeres y el 66.7% de los hombres, respectivamente, padecía de esta condición.8

Una década más adelante, el porcentaje de población que no tuvo acceso a los alimentos en 2010 fue del 24.9%; lo anterior se debe en gran parte a la reducción del poder adquisitivo del ingreso debido a la crisis económico-financiera de 2009.9 Asimismo, durante el 2010, los programas alimentarios en funciones representaban un gasto de 39,198 millones de pesos para el Gobierno Federal.10

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) se calcula que el 18.2% de la población – 19.5 millones de personas – vivían en pobreza alimentaria en 2008 y que 28 millones de personas – 24.9% (de la población) – tenían acceso insuficiente a los alimentos en 2010.11

Aunado a lo anteriormente citado, estas cifras han empeorado durante el periodo comprendido entre 2008 y 2018, donde en los estudios más recientes realizados en 2020, se ha evidenciado que la carencia por acceso a la alimentación ha tenido un retroceso igual a menos uno punto tres puntos porcentuales respecto al periodo precedente.12

En 2006 se realiza la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) revelando que el 42.6% de mexicanos (44.7 millones de personas) vivían en pobreza de patrimonio,13 esto es, casi la mitad de la población de hace 15 años, no podía solventar ningún gasto básico e indispensable para el ser humano. Es imprescindible precisar que las zonas donde se encontraban más personas en pobreza eran zonas montañosas o de difícil acceso, los cuales también implicaban mayores costos para ser socorridos en caso de necesitarlo.14

En 2010 el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) suscribió el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria: estrategia contra la obesidad y sobrepeso, conocido también como ANSA, con el propósito de: integrar y orientar la política pública del Gobierno Federal y de los gobiernos estatales, así como las acciones de todos los demás sectores, para prevenir y atender la problemática de obesidad y sobrepeso de la población mexicana y las consecuencias que de ella se derivan.15

En 2013 se pone en marcha la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, la cual estaba compuesta por diferentes políticas públicas encaminadas a diversos sectores y suponía la colaboración de varias dependencias del gobierno para prevenir y controlar, como lo dice su propio nombre, las consecuencias del sobrepeso, la obesidad y la diabetes, donde la tarea principal recaía en el sector salud, sin embargo, también se involucraba a la industria alimentaria para encontrar mecanismos de coordinación y ofrecer de mejores productos alimenticios a los mexicanos.

En 2016, el porcentaje de personas en el país con inseguridad alimentaria severa y moderada fue de 20.1%, lo que equivale a 24.6 millones de personas.16 La seguridad alimentaria es definida por la Food and Agriculture Organization (FAO) como: la posibilidad de acceso que tiene toda población en cualquier momento a los alimentos para tener una vida sana (…) la seguridad alimentaria se consigue en el momento que se garantiza la disponibilidad de alimentos, que el suministro sea estable y todas las personas lo tengan a su alcance17 en México, la seguridad alimentaria es medida por la Escala Mexicana de Seguridad Alimentaria (EMSA), y se encarga de investigar la percepción respecto a la valoración del nivel de acceso a alimentos variados, nutritivos y suficientes, experiencias de hambre por insuficiencia de la ingesta calórica, y conocer si los alimentos son de calidad o no.

De la misma forma, la FAO establece que los criterios para cubrir la seguridad alimentaria son a) la disponibilidad, refiriéndose al aseguramiento físico de los productos alimenticios; b) la accesibilidad, la cual involucra los recursos económicos que garantizan el poder adquirir los alimentos; y c) la estabilidad o utilización, que implica una dieta regular de calidad y que tiene efectos beneficiosos en la salud, educación y bienestar social.18

Durante estos años, el 72.5% de los mexicanos en edad adulta sufrían sobrepeso u obesidad, donde entre los principales obstáculos para alimentarse de forma saludable fueron identificados los siguientes: el 50.4% no contaba con suficiente dinero para comprar frutas y verduras, el 38.4% decía no tener conocimiento acerca de la alimentación saludable, el 34.4% no tenía tiempo para cocinar de forma saludable, el 32.4% confirmaba que en su familia no acostumbraban comer de esa manera, el 31.6% disfrutaba de comer comida chatarra, el 28.3% no encontraba ninguna motivación para cambiar sus hábitos alimenticios y al 23% le desagrada el sabor de las frutas y verduras.19

En los niños, la prevalencia en el consumo diario de bebidas azucaradas no lácteas (por ejemplo: jugos de fruta, refrescos, entre otros) es del 81.5%, el 61.9% comía botanas, dulces y postres y el 53.4% cereales dulces, mientras que el 83.9% del total de adolescentes declaraba consumir diariamente bebidas azucaradas no lácteas, el 59.4% comía botanas, dulces y postres y el 50.3% cereales dulces. Con los indicadores antes expuestos, es muy difícil no percibir el porqué de los problemas alimenticios en México.

De igual manera la obesidad representa costos médicos muy altos, estimando que 151,894 millones de pesos fueron gastados en 2014, lo cual correspondía en ese entonces al 34% del gasto público destinado al sector salud,20 para atender las graves consecuencias que causa la obesidad, con un especial énfasis las siguientes: enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, hipertensión, diabetes mellitus tipo 2 y algunos tipos de cáncer.21

Dando a entender que el padecimiento de sobrepeso u obesidad puede conllevar a situaciones más trascendentales que causan una discapacidad o inclusive mortalidad, disminuyendo la expectativa de vida de los individuos e incrementando significativamente el gasto público que será invertido en curar las enfermedades derivadas de estos trastornos alimenticios.

En 2018 se empieza a estudiar la situación de la alimentación desde un punto de vista diferente: la publicidad. En la segunda década del siglo XXI, una de las principales amenazas para los mexicanos, en especial los niños, es la publicidad hecha a través de diferentes medios de comunicación, donde se promueven productos de baja o nula calidad nutricional, por estar muy elevados en grasa saturadas, sodio y azúcares, entre los cuales resaltan: cereales de caja azucarados, bebidas azucaradas, botanas dulces, botanas saladas y comida rápida.22

En la percepción cotidiana de las personas, tanto adultos como niños, que no son expertos en nutrición, el ver repetidamente la promoción de un producto mediante anuncios que además declaran una supuesta calidad saludable de dichos alimentos, la mayoría de las veces estimula el pensamiento, erróneo, que aquellos productos son buenos para el consumo humano, o porque todos los consumen, no tendrán ningún efecto adverso en uno mismo, cuando la realidad de las cosas es muy diferente.

Otro factor que influye en las preferencias alimentarias y de consumo es la incorporación de obsequios en la comida chatarra, mediante los cuales se les enseña a los niños sobre todo, que es vinculable este tipo de comida poco saludable a un regalo o premio por el simple hecho de consumirla,23 propiciando de esta forma los nocivos patrones alimenticios que se verificaban en el país desde hace muchas décadas en materia de obesidad y sobrepeso.

En este sentido, hubo una propuesta de iniciativa de reforma a la Ley General de Salud24 en el año 2018 para prohibir que se incluyeran juguetes u otros regalos que influyeran en la decisión de compra de alimentos con altos índices de grasas, azúcares o sal, y que tampoco se pudieran incluir figuras infantiles o dibujos animados que atrajeran el interés de menores de 14 años de edad; al igual se propuso que el etiquetado en donde se contiene la información nutricional de un determinado alimento contenga información más clara de leer para el público en general, dado que el 30.5% de la población reporta que el etiquetado nutrimental es algo incomprensible25; dicha iniciativa fue adicionada recientemente a la Ley General de Salud26 y su respectivo decreto dispone la modificación de las leyes reglamentarias aplicables a la materia, haciendo un particular hincapié en la famosa NOM-051-SCFI/SSA1-2010,27 a pesar de que había una imperante necesidad de regular más este aspecto desde mucho tiempo antes.

Las publicidades y demás factores que concurren a la par de ellas son consideradas como elementos que propician un ambiente obesogénico,28 el cual tiene una repercusión inmediata en los hábitos alimenticios, propiciando el consumo de alimentos que influyen directamente en la acumulación de grasa en el cuerpo, estos factores se derivan de los diferentes contextos en los que viven las personas, por ejemplo: el físico, cultural, social, económico, laboral, entre otros.

Otras circunstancias que han alentado el sobrepeso y la obesidad en el país, de forma concurrente a la publicidad, han sido el aumento en la disponibilidad de alimentos procesados de bajos costos, adicionados con altas cantidades de grasa, azúcares y sal, el consumo de comida rápida, falta de tiempo para preparar los alimentos, aumento en la oferta de productos industrializados en general y disminución en la cantidad de horas invertidas en realizar ejercicio físico.29

 

II ] Conceptos básicos

 

1. Alimentación

 

La alimentación se define como la ingestión de alimento para proveer de nutrientes necesarios para la vida30, en consecuencia, la falta de uno o más nutrientes significaría que la alimentación es deficiente, clasificándose a su vez dichas deficiencias en primarias y secundarias: las primeras son provocadas por una ingesta dietética inadecuada y las segundas se deben a causas ajenas a la dieta, teniendo ambas como consecuencia la malnutrición, ésta a su vez es causada por sobrenutrición o desnutrición, ligándose ambas directamente a la cantidad de alimentos ingeridos, ya sea de forma excesiva o deficiente.31 Una alimentación saludable es aquella que permite: a) el crecimiento y el desarrollo del niño; b) el mantenimiento de la salud, la actividad y la creatividad del adulto, y c) la supervivencia y la comodidad en el anciano. Además, el término saludable se relaciona con una alimentación que favorece y posibilita el buen estado de salud y que disminuye el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación.32

La alimentación también puede ser vista como la elección, preparación e ingesta de alimentos, con el objetivo de formar energía que el cuerpo pueda utilizar para sus actividades diarias o como materiales para el crecimiento y reparación de los tejidos.33

 

2. Nutrición

 

La nutrición ha de entenderse de dos formas: i.- como la ciencia que estudia las relaciones entre los humanos y la comida34 y ii.- el conjunto de procesos fisiológicos mediante los cuales el organismo se aprovecha de las sustancias contenidas en los alimentos, para incorporarlas a sus propios órganos y tejidos.35

De lo anterior se desprenden dos conclusiones importantes, la primera es que es el eje principal de la alimentación al ser que define y estudia la interacción de todos los alimentos y el cuerpo humano, buscando el bienestar total de este último; mientras que la segunda sugiere que es un conjunto de procesos involuntarios del cuerpo humano tendientes a la absorción de nutrientes para que éstos sean aprovechados posteriormente para cumplir con las distintas necesidades fisiológicas.

Una buena nutrición es esencial para una buena salud y es importante para el crecimiento y desarrollo físico, una buena composición corporal y para el desarrollo mental. El estado nutricional36 de una persona puede protegerla de enfermedades crónicas o predisponerla a las mismas.37

 

3. Canasta básica

 

La canasta básica alimentaria, de ahora en adelante será abreviada con las siglas (CBA), puede ser entendida como el conjunto de productos alimenticios que son necesarios para que una familia satisfaga su consumo en un período establecido, de acuerdo con los requerimientos energéticos que permitan cumplir con las necesidades nutricionales mínimas para la supervivencia física; el costo total de ésta es el resultado de la suma de los productos que la integran determinado por el precio real de cada bien seleccionado y no por las cantidades de consumo efectivo, con la cual se pretende evidenciar un patrón alimentario dominante.38

La CBA debe considerarse como la base de un conjunto más grande de bienes y servicios necesarios para alcanzar el desarrollo humano, y aunque tome en cuenta principalmente a alimentos, también debe verse como parte de ella la vivienda, el vestido, los productos y elementos destinados para un uso en el hogar, así como servicios sociales esenciales, entre los cuales destacan el agua potable, electricidad, servicios de salud y de educación, entre otros;39 la satisfacción de las necesidades fisiológicas es el punto de partida y una condición necesaria para el desarrollo de un conglomerado mayor de capacidades.40

Con el paso de los años se ha convertido en el medidor de los grados de pobreza, de la desigualdad social o nivel general de vida de la población, evidenciando que la CBA no es capaz de cubrir todas las necesidades de la población por la poca calidad y cantidad de alimentos que la integran, cuando en realidad debería establecer parámetros adecuados de alimentos a consumir accesibles a todos, en opinión de la autora de este trabajo.

En la actualidad, en México no existe un sitio o base de datos oficial que se dedique a la recolección de información acerca de los componentes que conforman la CBA, sin embargo, existe un sitio de carácter extraoficial que se encarga de publicar dichos datos y actualizarlos de forma periódica, con sus respectivos precios y sus fluctuaciones. La CBA sufre cambios debido a que aparecen o desaparecen ciertos alimentos, básicamente porque en sí es un promedio de lo que la población mexicana consume más, por tanto, los cambios pueden deberse a muchos factores, como: diferencias entre los ingresos percibidos, hábitos y preferencias de adquisición de los compradores.

Lo relevante al analizar este tema resulta ser que el CONEVAL, el cual establece los criterios para la formación de la CBA y se encarga de actualizar datos de composición y recomendaciones nutrimentales, presenta limitaciones metodológicas, y varios de los supuestos en los que se basa son cuestionables; sobre todo en el establecimiento de criterios pragmáticos para la selección de alimentos basados en el patrón de consumo observado en una población que presenta una grave y creciente epidemia de obesidad y enfermedades crónicas producto precisamente de tal patrón alimentario.41

Para efectos del presente artículo, será analizada únicamente esa parte de la canasta básica que hace referencia a los alimentos, excluyendo productos de limpieza del hogar, vestimenta, vivienda, transporte, educación, esparcimiento, que no tienen propiamente una correlación directa con el aspecto nutricional.

De la información recabada se pudo deducir que la canasta básica hoy en día contiene los siguientes alimentos:

 

Tabla 1.*

 

CANASTA BÁSICA ALIMENTARIA 2021 42

CEREALES

Arroz, avena en hojuelas, galletas “Marías”, harinas de maíz y de trigo, hojuelas de maíz “Corn Flakes”, pan de caja, papas, pasta, tortilla de maíz.

PROTEÍNAS

Atún, carne de pollo, carne de res, carne de puerco, huevos, jamón, leche, queso panela, sardina, salchichas, tilapia, yogurt.

GRASAS

Aceite vegetal para cocina, aguacate, chorizo, crema agria, mantequilla.

LEGUMINOSAS

Frijol, garbanzo, haba, lenteja.

FRUTAS

Durazno, fresa, guayaba, mango, manzana, melón, naranja, papaya, piña, plátano, sandía, toronja, uva.

VERDURAS

Brócoli, calabacita, cebolla, chayote, chícharo, chile poblano, chile serrano, cilantro, coliflor, ejote, espinaca, jícama, jitomate, lechuga romana, nopal, pepino, perejil, tomate verde, zanahoria.

AZÚCARES

Azúcar de caña, pan dulce (tipo conchas), cajeta, chocolate en polvo, gelatina en polvo, leche condensada, leche evaporada, mermelada “McCormick”, miel, refrescos varios.

OTROS

Ajo, café, canela, chiles jalapeños, consomé de pollo “Knorr”, limón, mostaza, pimienta, puré de tomate, sal de mesa, té.

 

La elaboración de la tabla anterior se puede considerar como innovadora hasta cierto punto respecto de la clasificación que usualmente se hace de la canasta básica, la cual es catalogada, en la mayoría de los casos, de la siguiente forma: pan y cereales, aves y cárnicos, pescados, salchichería y lácteos, granos y semillas, frutas, verduras; en el presente caso, se realizó de forma diferente, tomando en cuenta los macronutrientes y la clasificación de los alimentos desde la perspectiva nutricional para hacer la subdivisión respectiva.

Al mismo tiempo la clasificación propuesta permite destacar los alimentos saludables de aquellos menos saludables, que son los contenidos en la categoría de azúcares, cuyo consumo debería ser exhaustivamente limitado y desincentivado en toda la población, debido a que presentan un enorme riesgo para la salud, a la luz de los motivos expuestos con anterioridad y que se debe descartar una vez por todas su inclusión en la CBA para que ésta pueda cumplir con los parámetros de alimentación establecidos por la Constitución Federal.

En la categoría de otros, se pueden identificar alimentos cuyo aporte calórico no afecta significativamente la dieta diaria, entendida ésta como la cantidad total de alimentos sólidos y líquidos que el ser humano consume.43 Su consumo no debe ser categóricamente desincentivado, pero sí restringido, como es en los casos de las salsas, enlatados, consomés y sal, los cuales pueden llegar a contener cantidades excesivas de sodio, por consiguiente, inducir a una ingesta de sodio demasiado elevada, que se traduciría posteriormente en un factor de riesgo para desarrollar hipertensión arterial, problemas en el corazón como insuficiencia cardiaca e infartos, accidente cerebrovascular (hemorragia), daño en riñones que lleva a insuficiencia renal e incluso la posibilidad de presentar cáncer gástrico o colorrectal,44 entre otras enfermedades y padecimientos.

En cuanto al café (también el descafeinado), ha sido probado que tiene un efecto hipercolesterolemiante (incremento en niveles de colesterol total y colesterol de lipoproteína de baja densidad), hiperhomocisteinémico (nivel elevado del aminoácido homocisteína en el plasma sanguíneo), que puede tener un impacto adverso en la tensión arterial tanto sistólica como diastólica, riesgos de trastornos coronarios, accidentes cerebrovasculares y fracaso renal, entre otros riesgos para la salud.45

 

4. Obesidad

 

Uno de los temas principales de este artículo y que merece ser estudiado junto con las enfermedades que se originan a partir de éste es la obesidad, es decir: una enfermedad metabólica producida por un cúmulo excesivo o anómalo de grasa en el organismo que supone un riesgo para la salud,46 dicho exceso trae como consecuencia un estado patológico caracterizado por una gran acumulación de grasa (triglicéridos) en el cuerpo47, por ende, la acumulación de grasa induce a un aumento del peso corporal, tomando en cuenta los parámetros normales de peso que debería tener una persona por su talla, edad y género.48

La causa de la obesidad es sumamente sencilla de entender: la persona ingiere más kilocalorías49 (traducidas en alimentos o bebidas) de la que debería ingerir en su día a día, y con el paso del tiempo, las kilocalorías que no han tenido la oportunidad de utilizarse se convertirán eventualmente en depósitos de grasa almacenada en diferentes partes del cuerpo como consecuencia del desequilibrio de la ingesta calórica, pero especialmente en el área abdominal, cubriendo de esta forma los órganos vitales.

Con la información recabada de las diferentes lecturas, se pudo concluir que el cúmulo excesivo de grasa corporal puede causar: diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, entre muchas otras, y cada una de éstas conlleva, a su manera, a la inevitable reducción significativa de la calidad y esperanza de vida, además de representar un conglomerado de enfermedades de imposible o muy difícil curación.

Las enfermedades que se derivan de la obesidad serán explicadas grosso modo, haciendo un especial énfasis de la diabetes:

    1. Algunos tipos de cáncer:50 resulta imposible establecer una correlación directa entre algún alimento en específico y el riesgo de padecer cáncer, sin embargo, una dieta inadecuada y la malnutrición pueden predisponer a los tejidos del cuerpo a diversos agentes o mecanismos de cancerización.51

    2. Cardiovasculares

        1. Arteriosclerosis: es la degeneración de las arterias como resultado del engrosamiento y mal desarrollo de la pared arterial, en las cuales se deposita colesterol y triglicéridos, que junto a otros compuestos se endurecen gradualmente, dificultando el paso de la sangre.52

        2. Cardiopatía coronaria: enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardiaco (miocardio).53

        3. Enfermedades cerebrovasculares: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.54

        4. Dislipidemia: es el aumento de lípidos en la sangre.55

        5. Hipercolesterolemia: alteración del metabolismo lipoproteico.56

        6. Hiperglucemia: cantidades excesivas de azúcar en la sangre.57

        7. Hipertensión: presión sanguínea mayor a la normal.58

        8. Insuficiencia venosa periférica: enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan los miembros superiores e inferiores (brazos y piernas).59

    3. Diabetes

Existen varios tipos de diabetes, siendo estos: prediabetes, diabetes mellitus tipos 1 y 2, y la diabetes gestacional. El tipo de diabetes cuyo entendimiento es esencial para poder proseguir con el presente trabajo, es la diabetes mellitus tipo 2 (abreviada comúnmente como diabetes tipo 2), dado que está relacionada de una forma directa con la obesidad.60

La obesidad es el factor de riesgo más importante para la aparición de esta categoría de diabetes, debido a que el 80% de los pacientes afectados presentan sobrepeso u obesidad y el 60% de los obesos presentan intolerancia a las carbohidratos o hidratos de carbono,61 este último punto resulta importante, ya que la diabetes es propiamente la incapacidad del cuerpo para metabolizar los hidratos de carbono (dentro de los cuales están comprendidas las azúcares) por la disminución de la secreción pancreática de insulina, una hormona producida por el páncreas, que permite el paso de la glucosa sanguínea a las células, y cuando se ingieren carbohidratos el páncreas las libera al torrente sanguíneo; si no hay suficiente insulina, se ocasionan niveles elevados de glucosa en la sangre.62

Para asegurar la total comprensión de la materia, es fundamental destacar en este apartado que la Organización Mundial de la Salud emitió diversas recomendaciones acerca de la dosis sugerida de azúcares al día, la cual debe encontrarse por debajo del 5% del total de kilocalorías ingeridas diariamente.63

Los requerimientos energéticos varían de persona a persona tomando en cuenta diversos aspectos, pero a manera de ejemplo, y considerando una dieta que aporte 2000 kcals diarias, el consumo máximo por día sería de 25 gramos, que se encuentran de forma natural en los alimentos, por ejemplo, en frutas, jugos de frutas, jarabes, miel, entre otros, o son añadidos por los productores de alimentos en el proceso de confección de los mismos.

Por lo tanto, cualquier cifra excedente de eso implicaría un consumo de azúcar más alto del que el organismo necesita, en cuanto a este aspecto, es relevante destacar que de igual forma no se asocia ningún efecto negativo al hecho de disminuir la ingesta de azúcar al 5% o por debajo de este, al contrario, favorece a que no se creen picos de azúcar en la sangre, previniendo el desarrollo de enfermedades como la diabetes explicada previamente.

Cuando se emplea el término azúcar, se hace referencia a los carbohidratos sencillos que son los monosacáridos y disacáridos, extendiendo de esta forma el término a la sacarosa purificada, que es conocida como el azúcar refinado y el azúcar añadido; los azúcares naturales contenidos en los alimentos y los que son añadidos en su proceso de industrialización son químicamente idénticos64, por tanto, tienen el mismo efecto en el cuerpo: elevan el índice glucémico65. Las dietas que se basan en alimentos con menor índice glucémico tienen ventajas en el mantenimiento de la salud, apoyan el descenso del riesgo de desarrollar diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares y cáncer.66

    1. Otras enfermedades:

  • Enfermedades osteoarticulares.

  • Esteatohepatitis no alcohólica.

  • Hiperuricemia.

  • Hipoventilación pulmonar.

  • Infertilidad.

  • Litiasis biliar.

  • Muerte prematura.

  • Reflujo gastroesofágico.

  • Retinopatía diabética.

  • Síndrome de apnea del sueño.

 

III ] Artículo cuarto de la Constitución Federal

 

El artículo cuarto constitucional en su tercer párrafo menciona lo siguiente: Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará.

A través de los dos enunciados anteriores se estableció mediante la reforma del precepto el 13 de octubre de 2011, uno de los derechos imprescindibles para el ser humano: el derecho a alimentarse adecuadamente.

Para entender mejor esta disposición constitucional, será indispensable diseccionarla para comprender los conceptos que concurren en ella y que caracterizan a este derecho. Haber definido la alimentación en páginas anteriores, se proseguirá con las características que deberá tener dicha alimentación según la Constitución mexicana.

 

1. Nutritiva

 

El término nutritivo hace referencia a los nutrientes,67 que son principios inmediatos que suministran energía, micronutrientes y oligoelementos, que cumplen importantes funciones fisiológicas68, de lo cual se advierte que son sustancias químicas contenidas en los alimentos, que necesita el organismo para realizar las funciones vitales y para mantener su salud. Las funciones de los nutrientes son proveer materiales para el crecimiento y restauración de tejidos, suministrar al cuerpo la energía requerida para efectuar las actividades externas e internas y controlar los procesos en el cuerpo.69

Por tanto, se puede deducir que el hecho que la alimentación sea nutritiva significa que contenga todos los macro y micronutrientes esenciales para el óptimo funcionamiento del organismo.

Relacionando esto con el contenido del párrafo constitucional, se determina que la alimentación nutritiva envuelve comidas y bebidas que tienen cantidades sustanciales de nutrientes esenciales en aras a un buen estado nutricional general, de no cumplir con este criterio, ya sea defectuosa o excesivamente, se puede caer dentro del supuesto de desnutrición señalado con anterioridad.

 

2. Suficiente

 

Este concepto no está comprendido literalmente dentro de los conceptos básicos que se encuentran en los libros de nutrición, sin embargo, el hecho que la alimentación tenga que ser suficiente,70 hace referencia a los requerimientos nutricionales, los cuales son propios de cada persona y sugieren un conjunto de valores de referencia de ingesta de energía y de los diferentes nutrientes, considerados como óptimos para mantener un buen estado de salud y prevenir la aparición de enfermedades tanto por exceso como por defecto,71 éstos valores como se mencionó, deberán ser adaptados a cada persona con sus características y circunstancias particulares, dado que la necesidad energética de cada individuo varía según diversos factores, tales como: edad, género, tamaño y composición del cuerpo, actividad física realizada al día, fundamentalmente, pero también pueden concurrir elementos tales como el clima y otros propios del ambiente en donde se habita.72

Los requerimientos o necesidades nutricionales a los que se hace referencia tienen como objetivo que el individuo ingiera en cantidades adecuadas todos y cada uno de los nutrientes que necesita una persona para evitar la enfermedad, mantener un estado nutricional óptimo y desarrollarse correctamente.73

 

3. De calidad

 

La calidad de los alimentos desde el punto de vista nutricional implica la calidad nutritiva, la cual se determina por la cantidad y por la calidad de los nutrientes contenidos en los alimentos. A su vez, ésta se divide en dos categorías: 1) calidad nutritiva teórica, que hace referencia al aporte de nutrientes de un determinado alimento, y se define por su composición química y 2) la calidad nutritiva real, que es la proporción de los alimentos que puede ser aprovechada por el organismo.74

Se relaciona directamente con el beneficio que un alimento en específico le proporciona al consumidor una vez que se ingiere, y la capacidad de éste para ser digerido, absorbido y utilizado para fines energéticos, estructurales o reguladores en el organismo; al mismo tiempo se actualiza gracias a los nutrientes que contiene.75

De manera simultánea a lo previo, debería considerarse también la calidad saludable, que se relaciona con los beneficios derivados de la ingestión de un alimento, considerando los dos siguientes factores: 1) prevención de algunas enfermedades crónicas y 2) el estímulo del estado de bienestar del individuo.76

Por último, es necesario reflexionar en la calidad sanitaria, que se relaciona al grado de contaminación de los alimentos por microorganismos patógenos o varias sustancias químicas tóxicas, por supuesto, esta calidad debería ser un objetivo prioritario de la industria alimentaria77 y para los consumidores. Cerciorarse de que sus alimentos estén libres de estos agentes para evitar daños a la salud causados por su ingesta, puesto que el interés de los productores de organismos modificados genéticamente (OGMs) es que no se avance en el conocimiento de los riesgos sanitarios78, en virtud de que, en un primer momento, se creía que la única forma de abastecer de alimento a la población creciente en el plano global, era la del cultivo de OGMs, sin embargo, se ha demostrado exactamente lo opuesto, dado que la agricultura tradicional no daña la salud humana ni de los demás seres vivos, se cuida el medio ambiente y no se contaminan las tierras de los campesinos a causa de los organismos transgénicos.

Muchos científicos piensan que los transgénicos son un riesgo inminente para la salud, por ahora el peligro consiste en no saber con exactitud qué sucede cuando se introduce un gen invasor en un organismo formado por una enorme cantidad de genes que han ido evolucionando juntos durante miles de años.

Aunque no ha sido posible comprobar del todo las consecuencias que tienen éstos en el organismo humano, debido a las contradicciones arrojadas por estudios, en su mayoría manipulados por transnacionales involucradas en este negocio, sí está comprobado que tienen 20 veces menos nutrientes que las plantas no-transgénicas, o sea las naturales, conocidas en estos días también como orgánicas.

También cabe destacar que los casos de cáncer y otras enfermedades autoinmunes han aumentado en este último siglo de forma desmesurada, lo cual ha sido atribuido a la enorme cantidad de productos químicos que se encuentran en el ambiente.79 Si se relaciona este apartado con lo estudiado previamente, acerca de las enfermedades que pueden ser propiciadas por una mala alimentación, surge la paradoja de que lo que se supone debería nutrir al cuerpo humano, termina predisponiendo procesos de cancerización necesariamente dañinos para la salud.

De la misma forma, la demanda creciente de productos de calidad por parte de los consumidores obliga a la industria agroalimentaria a producir alimentos que, además de cubrir las necesidades nutrimentales, sean seguros, apetitosos y saludables; esto ha provocado que la empresas, a fin de mantener su competitividad, deban prestar atención a las exigencias de los consumidores, enfocándose en la calidad y seguridad final del alimento80, el reflejo cotidiano de esto son los supermercados, donde cada vez más se nota que las empresas ponen a disposición de los consumidores productos dietéticos, light, ya sea reducidos en azúcar o en grasa, una tendencia que ha sido recientemente puesta en funcionamiento.

 

IV ] Los mayores problemas encontrados en relación con el tema

 

1. Poca orientación educativa nutricional

 

La educación nutricional tiene por objetivo la promoción de la salud mediante el aprendizaje, adecuación y aceptación de hábitos alimentarios saludables, de acuerdo con la propia cultura alimentaria y los conocimientos científicos en materia de nutrición,81 es trascendental fomentarla en todas las fases de la vida, pero es aún más importante enseñar acerca de la nutrición durante la infancia y la adolescencia.82

La educación en materia de alimentación es fundamental para que los niños y adolescentes puedan entender porqué es necesario alimentarse sanamente a través de las enseñanzas impartidas por profesionales capacitados que incentiven un cambio en el patrón alimentario de los infantes, en caso de que no fuera el adecuado, y que los conocimientos que asimilen sean transmitidos en sus propios hogares, para posteriormente crear hábitos que perduren en el tiempo.

La Cámara de Senadores de la República exhortó a la Secretaría de Educación Pública, en especial a su titular, para preocuparse en diseñar e implementar planes y programas enfocados a la educación nutricional para todo el sistema de educación básica, para erradicar la epidemia de obesidad y desnutrición que afecta al país. Asimismo, a que, de acuerdo con la disponibilidad de recursos presupuestales, realice campañas de comunicación en las que difunda los efectos de la obesidad y la desnutrición en la salud de niñas, niños y adolescentes, así como las bases de una alimentación sana.83

No cabe duda de la urgencia en la puesta en marcha de programas educativos enfocados a la alimentación adecuada para concientizar sobre los alimentos aconsejables y de calidad para el desarrollo del individuo, así como los posibles problemas que se pueden derivar de su no acato y las consecuencias ulteriores, al ser que:

El interés por el estudio de la nutrición no es sólo científico, sino también social y cultural, puesto que está directamente relacionado con el desarrollo de comportamientos saludables, esenciales para todo ciudadano. Por ello, su discusión desde edades tempranas toma significado si consideramos que las concepciones científicas construidas durante el nivel primario de educación tienen efectos sobre el pensamiento de las personas y su desarrollo posterior. Para que los alumnos logren comprender cada vez mejor la función de la nutrición en su organismo y puedan explicar por qué necesitan alimentarse, por qué deben consumir cierto tipo de alimentos, qué características debe tener su dieta diaria, por qué crece su cuerpo, (…) no son suficientes los conocimientos de “sentido común”; es necesario recurrir tanto a los modelos y teorías generados por la ciencia, como por la mediación de la escuela (ciencia escolar), para promover en los alumnos la construcción de modelos explicativos o representaciones coherentes y más cercanas al conocimiento científico, que en muchas ocasiones no son capaces de generar en la vida colectiva.84

 

Implementar una nutrición saludable en el día a día es muy sencillo, simplemente debe de estar muy bien sustentado, con información verídica e impartida por profesionistas en el ámbito de la nutrición: de esta forma el entendimiento de la alimentación formaría parte de una buena política educativa, además de abarcar las diferentes materias estudiadas de acuerdo con el grado académico, permitiría a los estudiantes de primaria y secundaria entender aspectos básicos de su cuerpo, al ser la alimentación igual de importante que otras ciencias impartidas en las aulas, la base para la construcción de la vida y el camino para llevar a cabo una existencia sana en la etapa adulta.

Al haberse definido la complejidad de la problemática en cuanto a obesidad, ésta debe contemplarse como un problema cuyo abordaje pasa por la instauración de medidas educativas de carácter preventivo desde la infancia85, esto aplica a todas las enfermedades que tienen su origen en una mala alimentación, pero en especial a ésta, dada su importante presencia en las cuestiones sanitarias de México.

 

2. Deficiencias en las políticas públicas implementadas

 

Las políticas públicas que han sido empleadas no han sido lo suficientemente concisas para acabar con la multitud de problemas alimenticios que inciden en la población mexicana, especialmente porque han sido deficientes en cuanto a la medición de grupos-objetivo, así como el origen de las adversidades que se han presentado con los años y la vía idónea para acabar con ellos.

Por ejemplo, algunas de las políticas públicas en materia de salud definían las relaciones causa-efecto del problema general, ni especificaban su incidencia, prevalencia o gravedad, ni la población potencial o la población objetivo, contrariando las características esenciales de una buena política pública.86

Por otro lado, en la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes se remarcaron diversos defectos, entre los cuales destacan los siguientes:87

  1. Las regulaciones clave contenidas en dicha estrategia fueron planteadas por la industria que pretende ser regulada y no por un grupo de expertos objetivo y libre de interés.

  2. No se han podido establecer efectivos mecanismos de seguimiento ni la implementación de las regulaciones que preveía la Estrategia.

  3. No hubo asignación de recursos para la ejecución de la Estrategia, por tanto, tampoco se pudo cumplir con algunos de sus objetivos.

  4. Las medidas fiscales que fueron empleadas permitieron la recaudación de los recursos suficientes para reinvertir en las acciones de la estrategia, sin embargo, hoy en día no se conoce el paradero de dichos recursos y la Auditoría Superior de la Federación no dio respuesta alguna a la Cámara de Senadores que solicitó información al respecto.

  5. La regulación sobre la publicidad engañosa es sumamente limitada y no contribuye a la atenuación de los problemas planteados.

Con lo expuesto, se da un panorama general sobre la problemática de las políticas públicas, debido a que fueron muchas las implementadas, sin que ninguna erradicara de fondo el obstáculo que son todas aquellas enfermedades causadas por la desnutrición.

No se necesita que organismos como el CONEVAL realicen estudios para concluir lo anterior, dado que a partir de la información obtenida en páginas anteriores, se da a entender que los programas alimentarios, los cuales empezaron a ponerse en marcha desde los años ´50 del siglo pasado hasta estos días, no han podido mejorar la situación, sino que la realidad alimentaria ha empeorado drásticamente, haciendo aún más difícil la labor de revertir los efectos de enfermedades que se han acumulado por casi 70 años y dejando la duda de si a estas alturas realmente existan acciones o programas que sean capaces, razonables o suficientes para deshacer los pronósticos aberrantes que se aguardan a la población mexicana.

 

3. Condiciones de pobreza

 

La pobreza debe ser entendida como una situación de carencia de recursos económicos o de condiciones de vida que la sociedad considera básicos, según normas sociales de referencias que reflejan derechos sociales mínimos y objetivos públicos.88

Lo relevante al analizar este tema es que, con el paso del tiempo, la CBA se convirtió en el indicador principal para medir los grados de pobreza, la desigualdad social o nivel de vida de la población, dado que para la elaboración de ésta se toma en consideración el poder adquisitivo para hacerse de los productos en ella contenidos.89

La línea de pobreza se basa en los montos requeridos para acceder a la ingesta mínima y adecuada de alimentos para satisfacer la eficiencia física de los individuos”90 y el método de calificación de la pobreza se obtiene mediante la identificación de si el hogar cuenta con la capacidad de satisfacer las necesidades mínimas en función de su ingreso, comparándose el ingreso corriente de los hogares contra una línea de pobreza91.

Asimismo, hay una línea de pobreza alimentaria, la cual reconoce a los sectores de la población que se encuentran en una situación crítica, reprimiendo las capacidades y potencialidades que tiene el individuo al no poder acceder al elemento básico que sostiene la vida: la alimentación.92

Cabe destacar nuevamente que en la actualidad hay millones de personas viviendo en pobreza alimentaria y que no tienen acceso a los alimentos, lo cual repercute desmesuradamente en el acceso a la dieta básica por el deterioro del poder adquisitivo y empobrece su calidad drásticamente.93 Confirmando que la pobreza es en realidad un problema multidimensional que afecta muchos ámbitos entre los cuales destaca por excelencia el económico, pero sobre todo trasciende a la insuficiencia y escasa calidad de la alimentación de todas las personas que viven de esa manera, generando una situación muy compleja de resolver debido a la multitud de perspectivas desde las cuales debe ser afrontada.

 

V ] Conclusiones

 

A partir de los apartados anteriores, se ha podido llegar a algunas conclusiones:

PRIMERA. Los problemas alimentarios siempre estuvieron presentes en México, pero se agudizaron a mediados del siglo pasado, lo que da a entender que estos se han ido acumulando y desarrollando a través del tiempo, llegando a crear una situación poco favorable para una gran cantidad de individuos, volviéndose difícil de abordar por la complejidad y magnitud de ésta.

SEGUNDA. Entre los dos tipos de desnutrición, se puede apreciar que la está causando más repercusiones negativas en el sistema de salud es la desnutrición por exceso, resaltando por excelencia el sobrepeso y la obesidad, junto con las enfermedades que acarrean, siendo la más frecuente la diabetes mellitus tipo 2 debido a la poca calidad de la alimentación en México, la cual incluye en su dieta diaria una gran cantidad de azúcares refinadas.

TERCERA. La canasta básica alimentaria de México está conformada por alimentos no básicos y algunos de ellos también son dañinos, por haber sido identificados con altos niveles de azúcares, grasas saturadas y sodio, insinuando que lejos de ser una canasta básica, simplemente conforma un listado de los productos más consumidos a nivel nacional. La contradicción entre su denominación y la inclusión de alimentos no básicos es la indudable muestra que ésta se encuentra distante de aproximarse a los requisitos establecidos por el párrafo tercero del artículo cuarto constitucional.

CUARTA. El tema del sobrepeso y obesidad es sumamente serio porque es una enfermedad en sí misma, y sus efectos son tan devastadores en el cuerpo humano que propicia la aparición de otras enfermedades y patologías graves. Es un problema de salud muy grave, que afecta la esfera social y económica desde hace muchas décadas y que se ha vuelto un problema de tal complejidad, que actualmente parece un callejón sin salida, o al menos, no pronta, enfatizando la necesidad de aportar una solución pronta e idónea.

QUINTA. La publicidad engañosa es uno de los temas principales que afectan la percepción del público infantil y adulto sobre cuáles alimentos consumir, si bien la legislación en materia de salud es extensa, y nuevas formas de etiquetar a los alimentos han surgido (por ejemplo, el 31 de julio de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Federación una modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010), la balanza parece estar más inclinada hacia el lado contrario de la salud pública, pues se permite la desenfrenada promoción e incentivo de productos densos en calorías, pero escasos en nutrientes, o productos milagro que de nada sirven.

SEXTA. Al haber examinado cada una de las características que la Carta Magna indica debe tener la alimentación en México (nutritiva, suficiente y de calidad), se considera que dichas especificaciones cumplen con los requerimientos de ésta desde un punto de vista científico, sin embargo, desde el punto de vista jurídico es necesario que este Derecho pueda ser accedido por la población que carece de él, es por ende que la creación de una normatividad secundaria puede coadyuvar en esta finalidad y además, regular todos los aspectos relacionados, entre ellos, la canasta básica alimentaria.

 

VI ] Propuestas

 

En este sentido, se crearon varias propuestas para atender la problemática planteada en secciones anteriores, las cuales involucran:

 

1. Modificación de la canasta básica alimentaria

 

Puesto que, en la actualidad, ésta contiene alimentos poco saludables que precisamente han contribuido a lo largo de varias décadas a la creación y desarrollo de los problemas y hábitos alimentarios nocivos que llevaron a la inevitable aparición de diversas enfermedades y padecimientos graves que afectan una gran porción de la población.

Para que la nueva canasta básica alimentaria sea considerada adecuada, ésta debe ser formulada por un grupo de expertos en materia de nutrición para que con su conocimiento científico, puedan determinar la eliminación definitiva de los alimentos nocivos para la salud debido a su excesiva industrialización y alto contenido de azúcares, grasas saturadas y/o sodio; viendo si hay necesidad de reemplazar ciertos productos o si con los alimentos ya incluidos en ella se podría considerar balanceada la dieta de una persona.

Debe dejar de ser un instrumento medidor de la pobreza y empezar a ser un punto de referencia fundamental para consultar qué alimentos son considerados saludables y que la población pueda acudir a éste para informarse sobre los alimentos y que lo incluido en ella sea accesible a sus necesidades económicas, pero también alimentarias, porque el estudio científico que la respalda habrá identificado los mejores productos por su calidad nutritiva.

 

2. Estudio de la alimentación adecuada en las instituciones educativas

 

La educación juega un rol primordial en este ámbito, y es importante que sea inculcada desde edades tempranas para que tanto niños como adolescentes, sepan discernir qué alimentos es recomendado su consumo habitual y cuáles pudieran evitar ser consumidor de manera recurrida. El conocimiento adquirido servirá en las etapas subsiguientes de la vida.

Dicho conocimiento deberá ser impartido por profesionistas en el área de nutrición, se debe de involucrar a los padres de familia en este proceso de aprendizaje, para que, junto con sus hijos, tomen cursos sobre los aspectos básicos de la nutrición y talleres de cocina saludable, imponiendo la obligatoriedad de esto. Porque no es factible pensar que el peso deba recaer sobre los hombros de los niños y adolescentes, pues por más que se les enseñen estas materias en las instituciones educativas, en el hogar es donde debe de haber entendimiento y respaldo, porque finalmente, y realizando una asunción generalizada (con el entendimiento que no todos los casos son iguales) de que son los padres de familia los que compran la despensa y cocinan la comida; por ello, deberían estar directamente interesados en la salud, bienestar y educación de sus hijos.

 

3. Regulación de publicidades

 

La regulación de las publicidades está presente pero no es la adecuada dadas las circunstancias. La población infantil es considerada más vulnerable porque todavía no es capaz de llevar a cabo un raciocinio objetivo sobre la veracidad y calidad real de los productos ofertados, pero la opinión de la autora de este trabajo difiere tajantemente, ya que la población adulta también es vulnerable. Esto se pudiera asumir si la población adulta desde un inicio supiera que determinados productos son nocivos para la salud o son el resultado de una gran mercadotecnia que induce a creencias falsas, pero la realidad de México dista de eso.

El escenario es diferente porque no ha habido y todavía no hay una educación alimentaria pertinente, y la población adulta también es crédula, si no lo fuera, no habría tantas personas lucrando con su credulidad. Por lo tanto, no se puede partir del hecho que los adultos no son vulnerables porque tienen una capacidad de pensamiento y están menos propensos a ser influidos por las publicidades engañosas, dado que no hay en la actualidad una adecuada cultura sobre la alimentación ni conocimiento sobre qué es bueno y qué es malo para alimentar a su propio cuerpo. Concluyendo que antes de excluir al público adulto, debe primero de haber una concientización general acerca de la materia; mientras tanto deberá de implementarse una legislación más estricta y controles adecuados para impedir la difusión de publicidad engañosa.

 

4. Creación de legislación tendiente a la consecución del Derecho a la alimentación

 

Si bien en muchas ocasiones se considera que la creación de normatividad adicional en el ámbito federal solamente tiende a sobresaturar un sistema legislativo de por sí complejo, se considera importante crear una legislación que realmente atienda las necesidades de la población en materia de alimentación y que sea reglamentaria del artículo cuarto constitucional para el párrafo tercero.

Esta debe ser una ley con un estudio previo relevante y trascendente para los temas de los que sufre México, que no sea de nueva cuenta letra muerta, o una ley que habla de un escenario utópico y que es ciega ante los problemas que acechan a ese gran porcentaje de la población que sufre de desnutrición por exceso o por defecto, que ofrezca soluciones acertadas a las problemáticas que incumben y persiguen al país en el tema alimentario y por supuesto, que tome en cuenta la reglamentación de la canasta básica alimentaria y el efectivo acceso a este Derecho para la población que necesita de él.

 

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Otros:

Definición proporcionada por el Lic. en Nutrición Valter Rainier Torres Loya.

1 Alumna de Doctorado en Derecho en la Universidad Panamericana, campus Guadalajara y del Máster en Derecho Público impartido por la Universidad Abat Oliba de España. Auxiliar de Investigación Jurídica de la Dra. Roxana Paola Miranda Torres, quien es Profesora Investigadora de la Universidad Panamericana campus Guadalajara en la línea de investigación de Derecho Constitucional y pueblos indígenas, y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

El presente artículo es una adaptación de los Capítulos I y II de la tesis para obtener el grado de Licenciado en Derecho titulada “El Derecho a la alimentación en los Estados Unidos Mexicanos”.

2 SORIA SÁNCHEZ, Graciela y PALACIO MUÑOZ, Víctor Herminio, “El Escenario Actual de la Alimentación en México”, Brasil, Textos & Contextos (Porto Alegre), Vol. 13, Nº 1, enero-junio, 2014, Consultado en http://www.redalyc.org/pdf/3215/321531779011.pdf el 25 de septiembre de 2019, p. 138.

3 Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, “Informe de evolución histórica de la situación nutricional de la población y los programas de alimentación, nutrición y abasto en México”, México, 2009, Consultado en https://www.coneval.org.mx/Informes/Evaluacion/Estrategicas/Evol_historica_de_la_sit_nutricional_de_la_poblacion.pdf el 25 de septiembre de 2019, p. 5-7, 38.

4 Ibídem, p 9-10.

5 SORIA SÁNCHEZ, Graciela y PALACIO MUÑOZ, Víctor Herminio, op. cit., p. 135.

6 Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, “Informe de evolución histórica de la situación nutricional de la población y los programas de alimentación, nutrición y abasto en México”, Ciudad de México, 2009, op. cit., p. 22.

7 SORIA SÁNCHEZ, Graciela y PALACIO MUÑOZ, Víctor Herminio, vid. infra., p. 135.

8 Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, “Informe de evolución histórica de la situación nutricional de la población y los programas de alimentación, nutrición y abasto en México”, Ciudad de México, 2009, op. cit., p. 22.

9 Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, “Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en México”, México, 2011, op. cit., p. 29.

10 Ibídem, p. 80.

11 Comisión de Derechos Humanos, “Derecho a la alimentación adecuada”, Ciudad de México: Defensor – Revista de Derechos Humanos, Nº 9, septiembre 2012, Consultado en https://cdhdf.org.mx/wp-content/uploads/2014/05/dfensor_09_2012.pdf el 25 de septiembre de 2019, p.8.

12 Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, “Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2020”, México, 2020, consultado en https://www.coneval.org.mx/Evaluacion/IEPSM/IEPSM/Documents/IEPDS-2020/LA_POBREZA_EN_MEXICO_2008_2018.pdf el 11 de abril de 2021.

13 Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, “Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en México”, México, 2008, op. cit., p. 14.

14 Ibídem, p. 47.

15 Secretaría de Salud, “Lineamientos de la Estrategia Integral de Asistencia Social Alimentaria - 2012”, México, Consultado en http://201.167.124.226:8080/normateca/imagenes/1.pdf el 28 de septiembre de 2019, p. 6.

16 Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, “Estudio diagnóstico del derecho a la alimentación nutritiva y de calidad 2018”, Ciudad de México, 2018, Consultado en https://www.coneval.org.mx/Evaluacion/IEPSM/Documents/Derechos_Sociales/Estudio_Diag_Alim_2018.pdf el 25 de septiembre de 2019, p. 59.

17 TORRES TORRES, Felipe y GASCA ZAMORA, José, Ingreso y alimentación de la población en el México del siglo XX, México, Porrúa, 2001, p. 82.

18 TORRES TORRES, Felipe, Canasta básica y calidad de la alimentación en México, México, Editorial Ariel, 2014, p. 28.

19 Secretaría de Salud, “Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016”, México, 2016, Consultado en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/209093/ENSANUT.pdf el 3 de octubre de 2019, pp. 10-11.

20 Instituto Nacional de Salud Pública, “La obesidad en México. Estado de la política pública y recomendaciones para su control y prevención”, México, 2018, Consultado en

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21 DÁVILA-TORRES, J., et al, “Panorama de la obesidad en México”, México, Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, 2014, Consultado en http://revistamedica.imss.gob.mx/editorial/index.php/revista_medica/article/viewFile/21/54 el 7 de octubre de 2019, p. 245.

22 Secretaría de Salud, “Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016”, México, 2016, op. cit., p. 69.

23 Ibídem, p. 70.

24 Emitida mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 7 de febrero de 1984.

25 Secretaría de Salud, “Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016”, México, 2016, op. cit., p. 11.

26 Decreto publicado en el DOF el 8 de noviembre de 2019, Consultado en http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5578283&fecha=08/11/2019 el 10 de agosto de 2020.

27 Emitida mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 5 de abril de 2010.

28 MARTÍNEZ vid. apud. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2018, p. 72.

29 Secretaría de Salud, “Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes”, 2013, México, Consultado en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/276108/estrategia_sobrepeso_diabetes_obesidad.pdf el 12 de octubre de 2019.

30 Definición proporcionada por el Lic. en Nutrición Valter Rainier Torres Loya.

31 ROTH, Ruth A., Nutrición y dietoterapia, 9a Edición, México, McGraw Hill, 2009, pp. 6-7.

32 DE LUIS ROMÁN, Daniel Antonio et al, Dietoterapia, nutrición clínica y metabolismo, 3a Edición, España, Aula Médica, 2017, p. 4.

33 ARASA GIL, Manuel, Manual de nutrición deportiva, España, Editorial Paidotribo, 2005, p. 9.

34 LUTZ, Carroll y PRZYTULSKI, Karen, Nutrición y dietoterapia, 5a Edición, México, McGraw Hill, 2018, p. 3.

35 ARASA GIL, Manuel, op. cit., p. 11.

36 El estado nutricional es la condición física propia de una persona, determinada por la dieta. ROTH, Ruth A., op. cit., 2009, p. 5.

37 Ibídem, p. 5.

38 TORRES TORRES, Felipe, op. cit., p. 37 y ss.

39 Ibídem, p. 42-51.

40 BOLTVINIK apud. TORRES TORRES, Felipe, op. cit., p. 51.

41 ÁVILA CURIEL, Abelardo, “Construcción de una Canasta Normativa Alimentaria para el DF”, mayo 2012, México, Consultado en https://evalua.cdmx.gob.mx/storage/app/media/uploaded-files/files/Atribuciones/medicion-de-la-pobreza/3_cna_construccion.pdf el 18 de noviembre de 2019, p. 15-16.

42 Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, “Arranca 2021 con incremento de 6.1% en los productos agropecuarios de la canasta básica”, 2021, Consultado en https://gcma.com.mx/indicador-de-precios-canasta-basica/ el 8 de marzo de 2021.
* Elaboración propia.

43 LÓPEZ MERINO, Josefina, Nutrición y salud efectiva, 3a Edición, México, Trillas, 2008, p. 61.

44 Instituto Mexicano del Seguro Social, “Consumo excesivo de sodio, factor de riesgo para el desarrollo de hipertensión, problemas en el corazón, cerebro y riñones: IMMS”, Nº 486/2019, Noviembre 2019, Consultado en http://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/201911/486 el 8 de marzo de 2021.

45 GIL ROALES NIETO, Jesús et al., “Efectos del consumo del café para la salud cardiovascular, la diabetes y el desarrollo de cáncer”, Psicothema, Vol. 16, Nº 4, España, 2004, pp. 531-547, Consultado en https://www.redalyc.org/pdf/727/72716401.pdf el 8 de marzo de 2021.

46 DE LUIS ROMÁN, Daniel Antonio et al., op. cit., p. 119.

47 LÓPEZ MERINO, Josefina, op. cit. p. 203.

48 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tratado de nutrición, Tomo IV, 2a Edición, España, Editorial Médica Panamericana, 2010, p. 421.

49 Una kilocaloría (abreviado kcaloría o kcal), es la cantidad de calor que se necesita para elevar en 1 °C la temperatura de 1 kg de agua. El gasto de energía, que varía a diario, se mide por el número de kilocalorías empleado para satisfacer las necesidades de combustible del organismo. El cuerpo humano requiere energía para cubrir sus necesidades de gasto energético en estado de reposo, para satisfacer sus requisitos durante la actividad física y para procesar los nutrientes. LUTZ, Carrol y PRZYTULSKI, Karen, Nutrición y dietoterapia, 5a Edición, México, McGraw Hill, 2018, p. 78-79.

50 El cáncer es una enfermedad caracterizada por cambios producidos a nivel cromosómico. Los principales factores que han demostrado ser causantes de estos cambios son la edad, el consumo de tabaco, el alcohol, la actividad física y el patrón alimentario. DE LUIS ROMÁN, Daniel Antonio et al, op. cit, p. 6.

51 LÓPEZ MERINO, Josefina, op. cit., p. 215.

52 Ibídem, p. 210.

53 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tratado de nutrición, Tomo IV, op. cit., p. 494.

54 Ídem.

55 ROTH, Ruth A., op. cit., p. 295.

56 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tratado de nutrición, Tomo IV, op. cit., p. 502

57 ROTH, Ruth A., op. cit., p. 293.

58 ROTH, Ruth A., op. cit., p. 273.

59 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tomo IV, op. cit., p. 494.

60 ROTH, Ruth A., op. cit., p. 294.

61 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tomo IV, op. cit., p. 427.

62 ARASA GIL, Manuel, Manual de nutrición deportiva, España, Editorial Paidotribo, 2005, p. 33.

63Recommendations and remarks: (…) WHO suggests a further reduction of the intake of free sugars to below 5% of total energy intake. (…) Free sugars include monosaccharides and disaccharides added to foods and beverages by the manufacturer, cook or consumer, and sugars naturally present in honey, syrups, fruit juices and fruit juice concentrates. (…) No evidence for harm associated with reducing the intake of free sugars to less than 5% of total energy intake was identified.” Organización Mundial de la Salud, “Sugar intake for adults and children”, 2015, Consultado en https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/149782/9789241549028_eng.pdf;jsessionid=43EAD752DF637E1523FAE01521EFD5BA?sequence=1 el 7 de noviembre de 2019, pp. 16-17.

64 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tratado de nutrición, Tomo III, 2a Edición, España, Editorial Médica Panamericana, 2010, p. 304.

65 El índice glucémico es el área bajo la curva de la respuesta glucémica a la ingesta de una porción de 50 gramos de hidratos de carbono de un alimento estándar. GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tratado de nutrición, Tomo III, 2a Edición, España, Editorial Médica Panamericana, 2010, p. 304.

66 Ídem.

67 Los nutrientes son las sustancias químicas provistas por la comida que el cuerpo requiere para su crecimiento, mantenimiento y reparación; éstos se dividen en cinco clases: 1. Carbohidratos; 2. Grasas (lípidos); 3. Proteínas; 4. Minerales; 5. Vitaminas. Los primeros tres son catalogados como macronutrientes y los dos subsecuentes como micronutrientes. El agua no es catalogada como nutriente, pero es imprescindible para la vida. LUTZ, Carrol y PRZYTULSKI, Karen, op. cit., p. 3.

68 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tratado de nutrición, Tomo II, 2a Edición, España, Editorial Médica Panamericana, 2010, p. 4.

69 FOX, Brian y CAMERON, Allan, Ciencia de los alimentos, nutrición y salud, México, Editorial Limusa, 2008, p. 12.

70 El metabolismo basal es la cantidad de energía mínima necesaria para mantener las funciones vitales del organismo en reposo, tanto físico como mental, con el objetivo que no se paralicen procesos necesarios para la vida, como el funcionamiento del corazón, la respiración, el funcionamiento hepático, renal, nervioso, entre otros. ARASA GIL, Manuel, op. cit., 2005, p. 110.

71 DE LUIS ROMÁN, Daniel Antonio et al, op. cit., p. 35.

72 LÓPEZ MERINO, Josefina, op. cit., p. 11.

73 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tratado de nutrición, Tomo III, op. cit., p. 33.

74 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tratado de nutrición, Tomo II, op. cit., p. 565.

75 Ibídem, p. 566.

76 Ibídem, p. 53.

77 Ibídem, p. 46 y 565.

78 LEPAGE apud. MORALES, Albert Ronald y GONZÁLEZ, Jeanette Jaime, Alimentación sana vs. Transgénicos, aditivos, nanotecnología, Colombia, Ecoe Ediciones, 2014, p. 42.

79 Ibídem, pp. 33-39.

80 PRIETO et al apud. TORRES TORRES, Felipe, op. cit., p. 96.

81 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tratado de nutrición, Tomo III, op. cit., p. 465.

82 Ídem.

83 Senado de la República, Exhortan a la SEP para diseñar programas de educación nutricional contra obesidad y desnutrición, 23 de abril de 2019, Consultado en http://comunicacion.senado.gob.mx/index.php/informacion/boletines/44618-exhortan-a-la-sep-para-disenar-programas-de-educacion-nutricional-contra-obesidad-y-desnutricion.html el 28 de octubre de 2019.

84 BONILLA PEDROZA, María Xóchitl et al, Cómplices en el proceso de la nutrición, México, Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, 2015, p. 59.

85 GIL HÉRNANDEZ, Ángel, Tratado de nutrición, Tomo IV, op. cit., p. 421.

86 Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, “Informe de evolución histórica de la situación nutricional de la población y los programas de alimentación, nutrición y abasto en México”, México, 2009, op. cit., p. 99.

87 El poder el consumidor, “A 3 años de la Estrategia Nacional para prevenir el Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes debe ser revisada para lograr sus objetivos”, México, 31 de octubre de 2016, Consultado en https://elpoderdelconsumidor.org/wp-content/uploads/2016/10/b-3aniv-estrategia-obesidad.pdf el 18 de noviembre de 2019.

88 Comisión Económica para América Latina apud. TORRES TORRES, Felipe, op. cit., p. 43.

89 Ibídem, p. 37.

90 Ibídem, p. 40.

91 Ídem.

92 Ibídem, p. 52.

93 TORRES TORRES, Felipe, op. cit., p. 13.